Las memorias del Colón
Durante 108 años utilizamos una sola moneda: El Colón. Un sinnúmero de diseños, denominaciones y colores circularon en todo el territorio nacional. Estas son las memorias del Colón salvadoreño.
«Me daa… tres centavos de carne”. “Deme un almuerzo de 30 centavos”. “Regáleme dos centavos de azúcar». Estas eran expresiones comunes hace más de 70 años.
Don Gilberto Barahona, de 74 años, las recuerda como si las hubiese usado ayer. Mientras reposaba en las bancas del Parque Libertad, recordó cuando su mamá lo mandaba a comprar a la tienda por algún encargo. También contó que el pasaje de bus valía entre tres y cinco centavos.
«El pasaje costaba según la distancia, como ahora. Por ejemplo, de Quezaltepeque a San Salvador valía tres centavos. Si uno iba más lejos costaba cinco. Pero le estoy diciendo cuando los buses eran de madera», relató.
Además del valor nominal y todo lo que se podía comprar, don Gilberto añora la variedad de monedas y billetes que desfilaron por sus manos.
«Habían bastantes. Me acuerdo de los cuartillos, reales, chelitas, de a tostón y de los billetes de a dos», agregó.
De los billetes y monedas que más apreció figuran las «chelitas» (de 25 centavos). El tamaño y la plata con que fueron hechas son elementos que le atrajeron.
Para no olvidarlas, don Gilberto guardó algunos ejemplares, antes de que dejaran de circular.
«Las he guardado por mis hijos y nietos. No son muchas pero las tengo para que ellos las conozcan porque con esto del dólar, creo que ya no se verán tan seguido», afirmó.
En tiendas de antigüedades
Las monedas y billetes viejos o descontinuados son piezas claves en las tiendas de antigüedades.
Adela Turcios, propietaria de una tienda de antigüedades ubicada en el centro de San Salvador, dijo que los billetes y monedas siempre han tenido demanda.
Según Turcios, las ventas podrían incrementarse debido al bimonetarismo (circulación del colón y dólar) que entró en vigencia desde el 1 de enero de 2001.
«Es probable que se vendan, porque ya será raro ver estos billetes», añadió.
Pero, independientemente de esta medida, Turcios comentó que los billetes de uno y cinco colones son los más vendidos.
El de a uno tiene una gran demanda porque dejó de circular a principios de los años 80. Y el de a cinco —el de la señora con el canasto— es vendido porque se usa en los «centros blancos» o espiritistas.
Turcios explicó que en estos lugares son utilizados para oraciones y prácticas esotéricas.
«La gente dice que Trinidad Huezo (la señora del canasto) es la abogada de los negocios. Dicen que el país estuvo en quiebra, y lo que hizo fue bendecir las cosechas del café, luego de eso, las plantaciones fueron las mejores», afirmó.
Pero este billete tiene otra creencia popular. La gente dice que Trinidad Huezo fue comadre del ex presidente Maximiliano Hernández Martínez.
Los precios de estos billetes varían en el mercado. Estos cuestan desde tres hasta 400 colones.
Todo depende del precio que fija los catálogos internacionales de monedas. Además se toma en cuenta el estado de conservación del billete y el año de emisión.
Lo último en artesanías
Una vez más el ingenio de los artesanos salvadoreños se pone a prueba.
Para actualizar las artesanías, se ha sacado al mercado un retablo adornado con el mapa del país, monedas y billetes.
Silvia Palacios, vendedora del mercado Ex Cuartel, aseguró que esta artesanía la han fabricado a propósito de la «Integración Monetaria», anunciada por el gobierno a finales de noviembre del 2000.
Las monedas colocadas en el retablo van desde un centavo a un colón.
Y los billetes (que son fotocopias de color) son de diferentes denominaciones: de un colón hasta 200.
«Se está vendiendo. La mayoría lo compra para mandarlo a Estados Unidos», comentó la vendedora.
A pesar de que el gobierno ha asegurado la validez y vigencia del colón, los vendedores de antigüedades, artesanos y coleccionistas temen que la moneda desaparezca por completo.
Y antes de que eso suceda, ellos han asegurado que algunos billetes y monedas pasen a formar parte al cajón de los recuerdos.