Leyenda del Tabudo

Guardando semejanza con el silbón, personaje perteneciente a las leyendas de Venezuela y cuyas piernas eran tan largas que al sentarse sobrepasaban su cabeza, tenemos en El Salvador, específicamente en la laguna de Coatepeque al Tabudo, hombrecillo semejante a un anfibio que al transcurrir de las horas crece, alcanzando las dimensiones de un humano.

Leyenda del Tabudo

La leyenda

Según cuenta la leyenda el Tabudo es un espíritu noble y bondadoso que ayuda a todo aquel que no le teme, en especial a los pescadores, contribuyendo a que estos tengan una pesca abundante y exitosa. 

Presuntamente el Tabudo corresponde al dueño millonario de una mansión cercana a la laguna de Coatepeque quién una tarde decidió dar un paseo en una balsa artesanal pero que por extrañas circunstancias no volvió a aparecer jamás sino luego de varios años presentándosele a varios de sus criados a quienes les otorgó como regalo su mansión.

Cuenta la leyenda que dichos trabajadores al ver a su antiguo amo, notaron que su fisionomía había cambiado, caracterizándose ahora por poseer piernas cuya extensión eran más larga de lo normal así como labios gruesos los cuales se asemejaban a los de un pez.

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Arraigo y folklore

Dado al arraigo cultural son innumerables las historias que con respecto al Tabudo cuentan los lugareños y visitantes de la zona en especial los pescadores quienes afirman con total seguridad, haberlo visto. Inclusive dan testimonios de como en épocas en las que difícilmente se pueden obtener pescas exitosas han logrado regresar contra todo pronóstico con la red abundante de peces.

Fuerte creencia

La creencia del Tabudo es tal que muchos pescadores no salen a la faena hasta tanto no lo hayan visto o en todo caso piden que este les acompañe, para así llevar a cabo sus labores sin contratiempo o percance alguno.

Otros testimonios dan fe que todo aquel que intente dañar la flora y la fauna marina, los lleva engañados a lo profundo del lago transformando a los hombres en pez y a las mujeres en sirenas ahogándolos inclusive, en caso de la falta sea aún mayor.  

Se pudiera afirmar que la denominación del Tabudo proviene de las tabas o protuberancias que forman los huesitos ubicados en la parte posterior del tobillo de algunos animales, muy característico de seres con rodillas anchas y piernas de gran extensión.

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Sin duda alguna toda región debido a su cultura y folklore posee alguna leyenda o mito que conforme a su arraigo respetan y hacen respetar a través de testimonios y relatos mediante los cuales intentarán siempre dar fe de la veracidad del mismo.

Tal es el caso de la leyenda del Tabudo, de la cual se puede apreciar el ahínco con el que los lugareños y visitantes se refieren, despertando indudable respeto inclusive admiración por los más escépticos.

Seguramente con el transcurrir de los años la leyenda irá transmitiéndose de generación en generación logrando garantizar de esta forma el traspaso de los valores culturales y folklóricos de la región, orgullo de los habitantes de Coatepeque. 

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