Historia de la ciudad de Santa Ana
En este artículo conoceremos la historia de la ciudad de Santa, una historia sin duda interesante de conocer, ya que en ella encontramos los orígenes de esta población muy antigua, así como también la evolución que ha tenido a lo largo del tiempo.
Santa Ana fue fundada en la época precolombina en el período clásico. Sin embargo, hay evidencias de asentamientos durante el período preclásico. Sus moradores pertenecían a las culturas maya, y principalmente pipil, que habitaron tanto en el actual municipio como todo el departamento.
La ciudad de Santa Ana fue fundada por los mayas pocomames en lo que hoy es el Barrio de Santa Bárbara entre los ríos Apanteos y Apanchacal, alrededor de los siglos V o VI; se desconoce el nombre del asentamiento, pero posiblemente estuvo sometida a Chalchuapa, que era capital de los mayas pocomames.
Entre 900 y 1200 ocurrió la emigración de los pipiles, los cuales cambiaron el nombre del sitio por el de Cihuatehuacán, que significa: Lugar de sacerdotisas, y pasó a ser sede de una de las provincias del Señorío de Cuscatlán (que tenía su capital en la ciudad de Cuscatlán (hoy Antiguo Cuscatlán).
Dentro de la provincia, Cihuatehuacán tenía como pueblo tributario a Chacalcingo, que probablemente fue fundado entre el siglo XV y principios del siglo XVI, y que estaba ubicado en las laderas de las loma de Santa Lucía (donde actualmente se encuentra el barrio de Santa Lucía de la ciudad) teniendo como fuente de agua a la quebrada Ceniza o de Santa Lucía.
Para el 23 de noviembre de 1528, todas las poblaciones que habían pertenecido al Señorío de Cuscatlán estaban en manos de los españoles, incluyendo Cihuatehuacán, la cual pasó a formar parte de la Alcaldía Mayor de San Salvador. Fue encomendada a Diego de Usagre, a quien la población le daba en calidad de tributo: cacao, algodón, maíz, frijoles, chile y ropa hecha de algodón.
Entre 1536 y 1541, tras la muerte de Diego de Usagre, la población pasó a formar parte de la encomienda de Antonio Docampo. Para 1548 la localidad era la más grande registrada en la Alcaldía Mayor de San Salvador. Además, pertenecía a la encomienda más grande de dicha alcaldía, la cual se encontraba en manos de Antonio Docampo, a quien la población de Cihuatehuacán daba como tributo 350 xiquipiles de cacao, lo que es igual a 2.800.000 semillas de cacao.
A su vez Docampo adquirió 300 kg de trigo para ser plantadas en la localidad. Al parecer la población fue vendida por Docampo a un pariente del capitán general de Guatemala Alonso López de Cerrato.
El 26 de julio de 1569 el obispo guatemalteco Bernardino Villalpando fundó en Cihuatehuacán una ermita, o parroquia provisional, dedicada a la Señora Santa Ana, cambiando además el nombre del poblado por Santa Ana, La Grande.
En 1572 la población era encomendada a María Cerrato y tenía como autoridades indígenas a Diego Ocelot y su esposa Magdalena Mixco, los cuales eran las autoridades indígenas principales; seguidos por el cacique Francisco Mendoza.
Dentro de la Alcaldía Mayor de San Salvador, la ciudad, al igual que toda la zona occidental y la zona central (excepto San Vicente y toda la zona paracentral) eran administradas por el corregidor de la provincia o corregimiento de Cuscatlán o San Salvador.
En mayo de 1733 Santa Ana se vio afectada por fuertes temblores y una epidemia de viruela.
Desde 1770 la parroquia central de Santa Ana, construida entre 1575 y 1576 en el mismo lugar donde posteriormente se construyó la catedral, fue cabecera del curato de Santa Ana.
Desde 1786 Santa Ana fue cabecera del distrito de Santa Ana que pertenecía a la Intendencia de San Salvador, la cual formaba parte de la Capitanía General de Guatemala.
A principios del siglo XIX se creó la unidad militar de la población con el rango de escuadrón que contaba con 200 soldados.
En 1802 la historia de la ciudad de Santa se vio azotada por una epidemia de chapulín y el 22 de noviembre de 1806 fue creado el Ayuntamiento del pueblo de Santa Ana, y su primer alcalde era José Mariano Castro.
