Formas de relieve de El Salvador
Si hablamos del relieve de un territorio, nos referimos a la forma que posee una superficie terrestre o submarina. Además, permite identificar si una región está inclinada o, por el contrario, es plana.
Las formas de relieve de El Salvador son muy variadas y presentan ciertas características muy peculiares.
Formación del relieve en El Salvador
En ese sentido, es importante destacar que el relieve de un espacio se puede modificar por acciones de la naturaleza, como erupciones, huracanes, terremotos y erosiones. Pero también por la mano del hombre a través de construcciones, urbanizaciones y procesos de deforestaciones.
Relieve de El Salvador
Definido el término, vamos a conocer más sobre el relieve de El Salvador. Lo primero que debe resaltarse es que esta nación centroamericana tiene varios tipos de relieve, entre ellos: montañosos, volcánicos, cordilleras, mesetas, llanuras y valles.
Si se habla de montañas, debemos recalcar que El Salvador es un país ampliamente montañoso. De hecho, la región montañosa más alta, que es El Pital, alcanza los 2.730 m de altura, y posee temperaturas muy frías.
Si de volcanes se trata, a pesar de que el territorio salvadoreño no tiene extensas dimensiones, en él hay más de 70 volcanes. Algunos en estado de actividad continúan expidiendo cenizas y gases. Estas formaciones Los volcanes forman parte de la mayoría del relieve salvadoreño.
El relieve central salvadoreño
En la parte central encontramos una meseta que tiene una altitud de 600 M.S.N.M, aunque ésta se inclina ligeramente del noroeste del país al sureste. Este meseta está cercada al norte por la Sierra Madre Salvadoreña, y al sur por el cordón volcánico.
En cuanto a la planicie costera, este espacio abarca 21.000 km2 entre el océano Pacífico y las estribaciones meridionales de la cadena costera. Este paisaje está dividido en seis áreas, entre ellas, la planicie costera de occidente, la costa acantilada, la planicie costera oriental y la costa del golfo de Fonseca.