Prudencia Ayala, la primera mujer que quiso ser presidenta de El Salvador
Prudencia Ayala fue una mujer de carácter humilde que en 1930, sin ninguna preparación académica pero consciente de sus derechos como mujer, retó al sistema social político de su tiempo al lanzarse como candidata a la Presidencia de la República convirtiéndose así en la primera mujer en El Salvador e Hispanoamérica en optar a esa investidura, cuando a las mujeres no se les reconocía el derecho de entrar en la política.
Prudencia Ayala nació en Sonzacate, Sonsonate, el 28 de abril de 1885; fue una escritora y activista social salvadoreña, que luchó por el reconocimiento de los derechos de la mujer en El Salvador.
Fue una mujer luchadora, de origen indígena, que por falta de recursos económicos no logró concluir sus estudios de primaria. Luego aprendió el oficio de costurera, el cual siguió desarrollando paralelamente a otras actividades que realizaba.
También aseguraba que tenía la capacidad «escuchar voces» y de predecir el futuro, debido a ello adquirió fama, porque sus predicciones aparecían en los periódicos de Santa Ana y algunas de ellas acertaban.
Posteriormente su nombre tomaría realce debido a sus planteamientos feministas y también por lo esotérico de su figura, cuando desde 1913 comenzó a publicar sus artículos de opinión en el Diario de Occidente, un periódico que circulaba en la región occidental de El Salvador.
Prudencia Ayala se manifestó partidaria del antiimperialismo, el feminismo y el unionismo centroamericano, además de expresar su rechazo a la invasión norteamericana de Nicaragua. También publicó poemas en varios periódicos del país.
En 1919 fue encarcelada por criticar en una de sus columnas, al alcalde de Atiquizaya y luego, en Guatemala, fue encarcelada varios meses por acusaciones de colaborar con la planificación de un golpe de Estado.
En 1921 publicó el libro «Escible. Aventuras de un viaje a Guatemala» donde narraba su viaje a ese país en los últimos meses del gobierno dictatorial de Manuel Estrada Cabrera. Además publicó los libros «Inmortal, amores de loca» (1925) y «Fumaba mota» (1928). A finales de la década de los años 1920, fundó y dirigió el periódico Redención femenina, donde expresó su postura en defensa de los derechos ciudadanos de las mujeres.
En 1930, intentó postularse como candidata a la presidencia de la república, a pesar de que la legislación salvadoreña en ese momento no reconocía el derecho al sufragio femenino, es decir que las mujeres no podían votar ni tampoco podían optar a cargos públicos.
Entre los principales puntos de su plataforma de gobierno se incluían:
- Apoyo a los sindicatos.
- Honradez y transparencia en la administración pública.
- Limitación de la distribución y consumo del aguardiente.
- Respeto por la libertad de cultos (religiones).
- Reconocimiento de los «hijos ilegítimos» (hijos fuera del matrimonio).
Se inició un debate público de argumentos jurídicos y políticos a favor y en contra de su pretensión. Uno de los defensores de su candidatura fue el filósofo, maestro, escritor y diputado Alberto Masferrer.
Finalmente, su solicitud, fue rechazada por la Corte Suprema de Justicia, pero el debate que siguió a su intento de postulación, dio impulso al movimiento femenino que permitió que el derecho al sufragio femenino se reconociera en 1939, y que en la Constitución de 1950, bajo la aprobación del presidente Óscar Osorio, se diera reconocimiento legal a los derechos de la mujer en El Salvador.
Prudencia Ayala murió en el 11 de julio de 1936, alejada de la política, pero cerca del trabajo de masas y movimientos sociales; convirtiéndose así en la precursora de la lucha por los derechos humanos de la mujer el El Salvador.