En este artículo relacionado a la historia de nuestro país conoceremos sobre todos los golpes de Estado en El Salvador que se han dado a lo largo de su historia. Así que prepárate para hacer un recorrido a estos sucesos que acontecieron en el pasado y que marcaron el rumbo de nuestra nación para convertirnos en lo que somos ahora.
Muchas personas prefieren no recordarlo, porque en realidad cada uno de estos sucesos fue por llamarlo así un episodio muy duro en las páginas escritas de nuestra historia, ya que con ello casi siempre se perdieron vidas humanas.
El rumbo de nuestra nación ha estado marcado por estos sucesos. Aquí te contamos cuáles han sido los golpes de Estado de El Salvador.
Contenido
Qué es un golpe de Estado en El Salvador
«Golpe de Estado» es una expresión que se utiliza para describir la toma del poder político del país de manera repentina y violenta por parte de algún grupo de poder.
Esta acción es considerada como un acto que vulnera la legitimidad institucional, al mismo tiempo atenta directamente con el orden establecido que suponen las normas legales de sucesión de poder vigentes con anterioridad a la perpetración del golpe de estado.
Cuándo se dio el último golpe de Estado en El Salvador
Este es un dato interesan de de conocer, aunque lo ampliaremos más adelante.
El último golpe de Estado en El Salvador sucedió el 15 de octubre de 1979.
Este golpe fue encabezado por el autodenominado movimiento de la Juventud Militar derrocó al presidente salvadoreño en turno, el general Carlos Humberto Romero (1977-1979), poniendo fin a 17 años de gobierno del conservador Partido de Conciliación Nacional (PCN).
Lista de golpes de Estado en El Salvador
Ahora compartimos las fechas y los presidentes que sufrieron golpes de Estado.
2 de diciembre de 1931, Arturo Araujo
Arturo Araujo
Sus políticas acerca de la posesión de tierras fueron uno de los motivos para el levantamiento campesino de 1932.
A nueve meses de iniciada su presidencia, un grupo de militares del país apoyados por la oligarquía cafetalera unieron fuerzas y derrocaron al gobierno de Araujo, el 2 de diciembre de 1931, y crearon el Directorio cívico que le entregó el poder al Gral. Maximiliano Hernández Martínez quien en ese entonces fungía como vicepresidente y Ministro de Guerra de la República.
9 de mayo de 1944, Maximiliano Hernández Martínez
Maximiliano Hernández Martínez
Prolongó su mandato durante trece años por medio de elecciones en las cuales era el único candidato, y también a través de decretos legislativos.
En su mandato destacaron la matanza de 25.000 indígenas que contradijeron su gobierno en 1932, la disminución significativa de la delincuencia mediante el uso de la fuerza, el saneamiento de las finanzas públicas, la creación de un banco estatal emisor de moneda, la venta de viviendas a bajo costo para campesinos, la reducción significativa de la deuda para personas al borde de la quiebra, la construcción de la Carretera Panamericana y la cancelación de la deuda externa.
El 2 de abril de 1944, hubo una huelga general en las que participaron estudiantes de la universidad, ferrocarrileros, obreras, obreros, empleados públicos y de comercio y estudiantes de primaria y secundaria. La oposición en contra del Presidente Martínez era tanto, que incluso los banqueros, grandes comerciantes y cafetaleros dieron dinero para financiar la huelga.
El 7 de mayo un policía mato a un estudiante, hijo de un norteamericano. La embajada gringa le quito el apoyo al general.
El 9 de mayo del mismo año, Martínez renuncio a la presidencia, acusando de ingratos a sus enemigos.
14 de diciembre de 1948, Salvador Castaneda Castro
Salvador Castaneda Castro
Tomó posesión de su cargo, el 1º de marzo de 1945, para un período de seis años, como lo marcaba la Constitución vigente.
Sin embargo, en 1948 la Asamblea Legislativa recortó el periodo presidencial a cinco años, y emitió un decreto para que abandonara el gobierno un año después, recortando su periodo a sólo cuatro años.
Castaneda, quien al parecer buscaba la reelección, alegó que el decreto no podía ser retroactivo, y anunció su intención de prolongar su mandato hasta el límite constitucional vigente cuando tomó posesión.
Fue derrocado por un grupo de jóvenes militares, el 14 de diciembre de 1948, y sustituido por un Consejo Revolucionario de Gobierno que sería dirigido por quien sería su sucesor, el teniente coronel Óscar Osorio.
Luego del golpe de estado permaneció preso durante dos años en la penitenciaría de San Salvador.
26 de octubre de 1960, José María Lémus
José María Lémus
Fue electo presidente en las elecciones de 1956, en las que se presentó como candidato único.
No pudo continuar las políticas de moderada reforma social de su antecesor Óscar Osorio, por la reducción de los ingresos gubernamentales ante la caída de los precios del café, lo que generó malestar y protestas populares.
Fue derrocado antes de terminar el período constitucional de 6 años, para el que había sido electo, de acuerdo a la constitución de 1950.
15 de octubre de 1979, Carlos Humberto Romero
Asumió el poder en 1977. Las fuerzas de oposición agrupadas en la UNO (Unión Nacional Opositora) presentaron denuncias sobre numerosos hechos de fraude y coacción electoral cometidos en la votación.
El ambiente sociopolítico de la época era sumamente violento. La violencia gubernamental (terrorismo de Estado) fue una constante durante el tiempo que fungió en la presidencia. Las diferentes fuerzas policiales, militares y paramilitares gubernamentales impulsaron una campaña de sangrienta represión hacia los grupos de izquierda que acabó con la vida de 4 sacerdotes católicos y numerosos dirigentes y militantes de las organizaciones obreras y campesinas.
Los grupos de izquierda alzados en armas respondieron a la violencia ejercida por el Estado con ataques hacia los cuerpos de seguridad y a los funcionarios gubernamentales. La represión descontrolada sumergió al país en una grave crisis social.
El gobierno de Romero se vio abruptamente interrumpido el 15 de octubre de 1979 cuando un grupo de militares jóvenes, encabezados por los coroneles Amoldo Majano y Jaime Abdul Gutiérrez, promovieron un golpe de Estado e instalaron una Junta Revolucionaria de Gobierno.
Fue éste el último de la larga serie de golpes de Estado que signaron la vida política de El Salvador durante el siglo XX. La coyuntura abierta después de octubre de 1979 fue cualitativamente distinta a las anteriores: Se cerró una fase de la historia política del país y se abrió otra marcada por la emergencia del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) como principal polo opositor y por el estallido de una guerra civil en la que se confrontaron el proyecto insurgente y el proyecto gubernamental.