El añil en El Salvador
Para los que no lo conocen, el añil no es más que una planta llamada Jiquilite. La cual crece en las zonas arenosas y semihúmedas de los terrenos más cálidos de Centroamérica.
Su cultivo fue de gran importancia económica y cultural en los países de Guatemala, Nicaragua y El Salvador durante los siglos XVII-XVIII. Siendo el añil en El Salvador, el lugar donde ha calado mayor auge, ya que este siempre se comporto como su principal productor.
Del cultivo del añil se obtiene el conocido colorante natural azul, muy usado para teñir las telas de las vestiduras y otros productos.
Comienzos del cultivo de Añil
Se dice que el descubrimiento del uso productivo en el cultivo del añil se le debe incluso a los antiguos pobladores de América antes de su conquista. Sin embargo, no son muchos los datos obtenidos de esta época. Por lo que nos centraremos al descubrimiento por parte de los habitantes de la América Central para el siglo XVI.
Donde los conquistadores españoles se dieron cuenta de que podían aprovechar su tinta azul para matizar sus ropas. Y de esta misma forma usarlo como un producto de importación para garantizar su economía y asegurar el bienestar de la población cubriendo otras necesidades.
Aquí es donde entra El Salvador, quien jugó un papel fundamental en la extracción de la tinta e importación del producto empleando diversas técnicas. Ya que estos contaban con la mayor cantidad de cultivo y producción, así como poseer la mejor calidad en la tinta.
Importancia económica del Añil para El Salvador
El cultivo del Añil en El Salvador significo el auge agrícola y económico más grande del país durante el siglo XVI hasta el siglo XIX. Época donde poco a poco fue creciendo como un mercado y se fue extendiendo por todo el país y el resto de Centroamérica. Alcanzando su mejor momento en el ámbito económico.
Esta actividad agrícola posiciono a El Salvador como un importante productor agrícola. Siendo además una opción de trabajo para muchas familias necesitadas, permitiéndoles hasta surgir, a partir de un microemprendimiento artesanal.
Para el año 1807, el país ya producía aproximadamente 486.000 libras de tinte. Lo que represento un 77% de las exportaciones totales en América Central. De allí es fácil imaginar su gran importancia económica.
La producción de añil en la actualidad
Se sabe que actualmente ya han pasado más de 300 años desde que el Añil en El Salvador dejo de ser importante. Todo a causa de numerables factores que condujeron a su notable decadencia. Como lo fueron en las enfermedades de los cultivos por el esparcimiento de la plaga. Los ladrones que se encargaban de desvalijar la mercancía a los transportadores hacia España y el resto de América.
Pero el factor más relevante de todos fue sin duda el surgimiento de los colorantes sintéticos por parte de Europa. Aunque hoy en día, existen grupos de agricultores que desde hace ya un buen tiempo se reactivaron en su producción. Contando en la actualidad con un área de 264 mil hectáreas ubicadas en San Miguel y Morazán.
Si algún día pasas por El Salvador y deseas conocer más de cerca en qué consiste el cultivo y extracción del producto del Añil. Puedes visitar el pueblo de Suchitoto, donde se le abren las puertas al turista para apreciar este interesante mundo agrícola. Al igual que el “taller de teñido” en Casa Blanca, en el Municipio de Chachuapa.